miércoles, 27 de julio de 2016
lunes, 18 de julio de 2016
LA JOVEN DE LOS CABELLOS DORADOS
La joven de los cabellos dorados
Una bella joven
miraba por la ventana
Su pelo rubio su ojos
como la plata
Llora desconsolada
recordando primaveras pasadas
Cuando el amor a su
lado estaba
Recordando su gran
amor se le ilumina su cara
Y el color de su mirada
De noche cuando la
luna viene a su ventana
Ella le habla de su gran amor y de ilusiones pasada
La luna con su luz
contemplaba a la muchacha
Y cada noche ella le
cuenta como su amor
Se fue en una fría
mañana
Cada noche cada día
pasaba y otra primavera llegaba
Una noche en su
ventana
La joven le dijo a la
luna que se marchaba
No podía soporta más
la vida si su amado
Su cuerpo sin vida
quedo en la ventana
La luna triste que
daba, ella era testigo
De tantas noche de
amor en la madrugada
Y era también testigo de tantas noches amargas
Espero la luna aquel
el sol llegara en la mañana
La luna le contó su
desesperación por la joven
De los cabellos
dorado y la mirada de plata
La luna dijo se fue
con su amor esta madrugada
Le dijo al sol cuanto
amaba a la muchacha
Se fu la luna
llorando con su aura dorada
El sol brillaba en la
triste mañana
Escucho el sol doblas
las campanas
Por la joven de
cabellos dorados y la mirada de plata
A la noche siguiente
llego la luna a la ventana
Y no estaba la
hermosa joven de los cabellos dorados
Solo quedo la luna
testigo de otra noche amarga
Autora: María González Pineda
jueves, 14 de julio de 2016
Título: El águila de los sueños.
Autora: María González Pineda
Narrativa: juvenil infantil.
Página: 125
Cuentos ilustrados
De venta en Amazon kidler
Sinopsis
Toni te contará unas historias muy tiernas que te llevarán a
hacer un viaje por bosques encantados y llegar al mundo de la magia. En las
noches de luna llena los árboles cantan dulces melodías que el viento lleva,
para que los sueño sean reparadores.
Porque sin árboles, sin pájaros, sin mariposas y sin el
color de las flores no tendríamos sueños, y sin sueños, el águila de los sueños
no podrá volar.
El águila
de los sueños
Toni vivía con su madre y su abuela; su padre se había
marchado unos años atrás y él no llegó a conocerlo, por eso le guardaba un
cierto rencor. Sufría los problemas económicos por los que pasaba su familia,
aunque él se limitaba a observar y callar, pues no tenía edad para poder
opinar, lo único que hacía era ausentarse de la realidad.
Un día, después de llegar del colegio, el niño bajó al
riachuelo que pasaba cerca de sus campos de cultivo, se sentó debajo de un
árbol y empezó a tirar piedras al río.
Le gustaba escuchar el sonido hueco que producían las
piedras al caer al agua, ver las ondas que se formaban y que luego,
desaparecían con gran rapidez.
Una de las veces que Toni tiró una piedra al río, escuchó
una voz suave y dulce.
—¿Quién está hablando? —preguntó Toni. Miró a un lado y a
otro y no vio a nadie.
—Miras para todos los lados menos adonde estoy yo —respondió
la vocecilla.
El niño miró al río y vio un pez que asomaba la cabeza; no
podía creérselo, ¿se estaba volviendo loco? O ¿era verdad que el pez estaba
hablando?, pero si él sabía muy bien que los peces no hablaban.
—Ya está bien de tirar piedras con tanta fuerza, ¿qué tienes
en contra de nosotros? —preguntó el pez.
—Tengo mucha rabia
—¿Y por qué tienes tanta rabia?
—Tú no lo entenderías.
—Prueba, a lo mejor te sorprendes.
—Pero tú qué vas a saber de mí, si no sales del agua.
—Jajaja —soltó una carcajada el pez—. Sé muchas cosas de ti
que tú no te esperarías.
—¿Sí?, ¿cómo qué?
—Sé que tú estás enfadado con tu padre porque crees que él
te abandonó.
miércoles, 6 de julio de 2016
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